Mona Lisa Acelerada

sábado, enero 28, 2006

Sobre la estupidez y/o la inocencia

Hice un experimento: mandé a casi toda mi libreta de direcciones un e-correo con el título "Te invito a mi fiestita" con las señas explícitas de este blog crudo ad ref mi onomástico. Resultados parciales: el 90% me escribió a mi correo personal (incluso algunos más ingenuos, me llamaron por teléfono) para preguntarme cuándo y dónde era la "fiestita". Es notable, notabilísimo, que la mayoría no haya entendido nada. A mi "fiestita" fueron cinco personas. A mi correo, con distintas intensidades, ignorancias y disgustos, más de 300. Un número imperfecto.

lunes, enero 23, 2006

Hoy es mi cumpleaños

Pregunto: ¿una/o cumple años? ¿Cumple araños? ¿Los años se cumplen? ¿Qué es cumplir? La RAE, tan imprecisa como siempre, dice que es "el aniversario del nacimieno de una persona". Al toque buscás buscás "cumplir". Y te sale esto: (Del lat. complēre).

1. tr. Ejecutar, llevar a efecto. Cumplir un deber, una orden, un encargo, un deseo, una promesa.
2. tr. Remediar a alguien y proveerle de lo que le falta.
3. tr. Llegar a tener la edad que se indica o un número cabal de años o meses. Ex: "Hoy Juan cumple
catorce años".

Y una decena de definiciones más. Irrelevantes. En tanto transito la noche de mi transitivo a mi intransitivo y de mi objeto directo a mi indirecto, gracias a los que están allí. Con las copas llenas. Astronómicamente de pedo.

lunes, enero 16, 2006

Mendo Rock

Recién llego de la segunda noche del Mendo Rock. Una fiesta local de puta madre. Cinco mil personas de todas las edades (leáse adolescentes, padres -de los adolescentes-), familias con niños chiquitos y bebés (leáse, la generación intermedia) y hasta abuelos/as que siguen bailando, curiosos, al ritmo del rocanrol y haciéndole el aguante, de lejos y discretos a sus nietitos rasta, metálicos y/o rollingos de lengua y corazón. Todos juntos en el Gabriela Mistral. Todos por lo mismo. Después de los estupendos toques de Parió la choca y de Chancho va (somos unos animales, parece), Tito Dávila además, de música, bajó línea: "El rock es una cuestión de actitud". Los niños (léase, adolescentes con brújula errante) lo escucharon con devoción. Silencio de misa. No sabían quién era ni qué pasaba, pero abrieron su cabeza. Idem con los Alcohol Etílico que eran como dibujos en el escenario hasta que pelaron la historia del rock mendocino y se llevaron la mejor parte con su magnífico final: una montonera de músicos haciendo "borracho y loco" donde faltaba Sergio Embrioni, que valla y seguridad privada mediante, miraba todo por la pantalla de tevé. Una mierda. El sabor amargo de una noche de luxe. Para cuando tocaron Los Tipitos, que quemaron sus hits más rápido que sus tiros, en el Mistral ya quedaba poca gente. No interesaron.