Mona Lisa Acelerada

lunes, marzo 06, 2006

Vendimia 2006. ¿Tierra mágica?

Su ambición era hacer un acto central de la Fiesta de la Vendimia, pero brindando un espectáculo distinto, nuevo, contra el canon impuesto durante la década de los 90 por Pedro Marabini y sus cómodos seguidores. Pero Walter Neira cumplió a medias. El director de Tierra mágica no logró superar la antinomia originalidad vs. tradición. Respetado por sus puestas innovadoras, el creador del elenco Viceversa, ofreció dos espectáculos: hasta la mitad del show cumplió con su propósito inicial permitiéndose interesantes mensajes visuales/ viscerales a la manera del teatro de Thadeus Kantor y arrancando aplausos espontáneos del público "tocado" por la fuerza de las imágenes y de la música. Pero después de una confusa escena en la que la cultura del campo se impone sobre la de la ciudad, sin mediación ni intertextualidad, cayó en los consabidos clichés que tanto ha criticado: una seguidilla de bailes folclóricos masivos, monótonos, que intentaron mostrar las distintas regiones del país. Políticamente correcto, al mejor estilo de su peor enemigo, Neira concedió mal, fácil, inmensamente aburrido. En este punto, el guión argumental se había perdido inexorablemente entre los ritmos tradicionales y la pésima ejecución de los bailarines. Por fortuna, nos ahorró el cuadro canónico de los inmigrantes. Hacia el final, el director resolvió de manera práctica pero con una inteligencia previsible la también esperable escena latinoamericana con un cierre excepcionalmente largo al ritmo, hay que destacarlo, de la excelente versión rockera de la Canción de la Vendimia, arreglada por Sergio Embrioni. Más allá de la inútil y visualmente molesta paráfrasis circense de la fiesta que se representó en el centro del escenario a lo largo de todo el espectáculo, de la confusa utilización del enorme escenario y de la pésima performance de los bailarines pese a la interesante coreografía Tierra mágica resultó una muestra de dos discursos en pugna. Dos fiestas en una, dos estéticas opuestas, dos políticas enredadas.

Tal vez Tierra mágica sea el embrión de una renovación que la Fiesta de la Vendimia pide, exige, desde hace años. Tal vez Tierra mágica quede en la historia como el punto de clivaje de lo que puede empezar a ser. La fiesta de Neira puede ser leída como una transición: Mendoza pretende, desde las políticas gubernamentales, dejar de ser una ciudad chica para convertirse en una ciudad grande. Pero, en la práctica, sigue siendo un pueblo grande. Si vamos a seguir haciendo fiestas "vendidas a todo el mundo", con variada prensa nacional e internacional como testigo, estos dancing más o menos folclóricos en el Frank Romero Day no impresionan a nadie. En los 70 las fiestas de Abelardo Vasquez quedaron en la memoria de todos porque no hacía Mendoza: hacía Hollywood. Pensaba en grande, en cine, en music hall. Después vino la cobardía, la dictadura y el canon. La fórmula mágica del conformismo autista, la receta rápida y el aplauso fácil. Si Mendoza, la "octava capital del vino" quiere sostener este lugar a fuerza de calidad y de cultura (y no sólo de marketing turístico ministerial) debe basarlo, justamente, en su cultura. Y la gente que hace cultura debe animarse a más, a pensar en grande, a renovar en grande. Las transiciones no son fáciles, son una aventura. Mariana Juri, ministra de Turismo y Cultura, y su equipo, deberían combinar mejor el paisaje y el rafting con la cultura que la Mendoza, hija de los terremotos y el vino real, tiene para ofrecer.

5 Comments:

  • Además de tus análisis, que para mí es exacto y le hace justicia al acto central, hay que decir que el texto estuvo muy poco elaborado y no escapó a las frases y palabras típicas. ¿No se podrá hacer una fiesta en la que el texto sea una sucesión de buenos poemas, de varios autores, que hablen del vino, de la mujer, de los pobres, del trabajo, del sol, del frío, del poder y demás? ¿Y no tanta explicación con palabras pomposas y voz grave? Digo salir de la linealiad. Me ofrezco para la próxima.

    By Anonymous Anónimo, at marzo 07, 2006 9:52 a. m.  

  • Patri: hacer crítica de crítica no es muy saludable, pero la tuya da y en el clavo.

    Me hace pensar que Neira (que no lo conozco pero se ve que tiene mucho respeto de sus pares y la prensa) quiso a último momento quedar bien con Dios y con el Diablo.
    Empecé a dudar de su voluntad de vanguardia cuando vos misma le hiciste 15 días antes una entrevista y abrió el paraguas diciendo que "hay cosas que NO se pueden cambiar" y elogiando a los que lo iban a criticar (llámese F.G.T).
    Detalles: si es insoportable una "Virgen de la Carrodilla", la verdad que verla multiplicada sin sentido bajo trapecistas desorbitados y una bola que semejaba un sol (¿la espejarán y la reciclarán para la "Vendimia electrónica"?) se me volvió insostenible.
    Luego, la versión apenas "pop" (no me animo a llamarla "rock" y mucho menos "furiosa" como algunos medios la calificaron) de la "Marcha a la Vendimia", me pareció buena, la primera vez, a la cuarta estaba invocando el espíritu de Hugo del Carril para que vuelva con su garganta varonil y peronista. ¿Qué es para los turistas (los verdaderos dueños de la Fiesta de todos los mendocinos) un triste inventario de nombres de departamentos y la reiteración hasta el paroxismo de "Mendoza, Mendoza, Mendoza..."?
    Rescato lo que dice Jotal sobre la poesía (me parecieron el punto más flojo los versos de Hernán Ponce Castro) pero sin un hilo argumental que la sustente se volvería un muestrario de fotos mal reveladas.

    Cuando los mendocinos sepamos lo que queremos, haremos y presenciaremos una fiesta donde todos estemos por lo menos invitados.

    Pd: ¿Podríamos empezar por preguntarle a un cosechador que entiende todo por esto?

    By Blogger Hernán Schillagi, at marzo 17, 2006 4:12 p. m.  

  • Coincido con quebrantapájaros respecto de la letra de la marcha de la vendimia y me imagino a quien ose cambiarla quemado en los cerros por la turba menduca que adora esa música y esa marcha. La versión de Sergio Embrioni está buena, al menos nos salva de la cansadora original. Pero no soy tan optimista como algunos y no estoy seguro de que la nueva versión -roquera o popera- haya llegado para quedarse. Habrá que ver qué pasa el año que viene.
    Creo que además de preguntarle a un cosechador o a varios, también habría que conocer mejor la opinión de los turistas sobre el acto central de este año. ¿Les pareció enigmático, divertido, arcaico, renovador, espectacular, inigualable, un opio? No para complacerlos sino para tener registro de lo que ven los otros, los que no están saturados como nosotros con la Vendimia.

    By Anonymous Anónimo, at marzo 20, 2006 12:27 p. m.  

  • ¿Es que nadie más tiene algo que decir sobre este post? Una pena.

    By Blogger Hernán Schillagi, at marzo 29, 2006 11:16 a. m.  

  • yo si tengo algo ke decir kiero saber de donde sakar la version de la marcha de la vendimia de sergio enbrioni es Espectacular!!!!

    By Blogger Markos Dj, at marzo 05, 2007 2:19 p. m.  

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