22 tipos y una pelota
Es inevitable. Como el frío en invierno, la torpeza de los debutantes y la mala leche de los empresarios. Se viene otro Mundial y mientras la mayoría de la población del planeta Tierra se resigna a pasar una mala época (las mujeres tenemos una antigua experiencia en esto, casi como cinco mil años), la minoría se prepara para seguir jugando al gran juego de las nacionalidades, las guerras estúpidas y el atontamiento masivo (los hombres también tienen una gran historia al respecto. Las secuelas están a la vista). Cualquier consigna los deja bien a la hora de zafar de sí mismos: sea religiosa, patriótica o deportiva. Cualquier puesta en práctica de violencia colectiva, real o imaginaria, les sirve. Antes fueron las Cruzadas, las invasiones, colonizaciones y procesos de evangelización, las guerras mundiales y/o parciales. Un montón de banderas quemadas detrás de grandes negocios. Pero parece que los chicos no se enteran. La propaganda (leáse Inquisición, El Dorado o el peligro amarillo/ ruso/ islámico) completa su dudoso círculo de efecto en la testosterona, una prohormona, "que permite desarrollar los músculos del hombre con muy poco esfuerzo". Para variar, de pensar, ni hablemos.
Publicado por Patricia Rodón el viernes, junio 02, 2006
11 Comments:
Patricia, estoy anamorado de tu visión del mundial. Odio, si hay algo que odio, tener que ganar. Esto que suena a caricatura no me importa. Salud y que mueran los enfermos del mundial.
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Anónimo, at junio 02, 2006 1:32 a. m.
Patricia: Es genial tu visión histórica de la excusa de los varones para poder seguir "jugando" como niños. Somo unos boludos grandotes. Lo sé.
Sin embargo, ayer leí una frase de Tomás Abraham (ja, cómo saco chapa) que decía algo así: Ni la publicidad ni los negocios ni los dirigentes inescrupulosos podían quitarle la belleza al juego. Y es cierto.
Tal vez no te lo pueda (podamos) trasladar como hombre ese amor, esa pasión por una rabona, un caño, una pícara mano (¿la guerra de las Malvinas no se ganó en el 86?) pero tampoco la exageración de la máxima borgeana de 22 hombres y una pelota. Dolina contestó a esto que con esa lógica el "Quijote" sería un rejunte sólo de papel y tinta.
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Hernán Schillagi, at junio 03, 2006 1:40 p. m.
Amor. Pasión. Bueh... para que más. Aman a 22 pelotudos que ganan fortunas por correr una pelota.
No. Pasame un Nervo Calm que tengo la puteada en la punta de los dedos.
Besos solidarios.
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Anónimo, at junio 12, 2006 2:08 p. m.
Ay, Rodón, Rodón, que distinta sería tu -respetable- percepción del fútbol si pudieras ver cuánta poesía hay más allá de esos 22 hombres y esa pelota. Hay ética y estética. Hay, aunque pocas veces, justicia poética. Que el maestro Jorge Luis no lo haya visto (vaya paradoja) no niega ni confirma nada.Que a Sebreli le moleste -pero escriba un par de libros- sólo sirve para polemizar en otras tribunas. No lo entiende, pero intenta explicarlo. Un fracaso asegurado, lo suyo. Quienes nos sentimos movilizados por el fútbol sólo podemos concluir, con igual dosis de humildad y soberbia: "Má sí, ustedes se lo pierden...".
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Rubén Valle, at junio 12, 2006 11:44 p. m.
PATRI:
Por supuesto, el "para variar, de pensar ni hablemos" es una frase de una inimputable en la materia, esto es, de alguien que poco sepa de fútbol. "Poco", porque se supone que los argentinos saben de fútbol y "mucho".
Tarjeta roja.
Valle protesta por el mismo error. ¿Te parece que el fútbol, o cualquier deporte, es sólo una estimulación hormonal de músculos, una mera transpiración? Deberías pensar en las formaciones, en la elección cuidadosa (por las razones que sean: económicas o estrictamente deportivas) de los jugadores que compondrán tal escuadra, en las tácticas y las estrategias, en las travesuras (el gol con la mano de Maradona), en las "jugadas preparadas". Y, luego, en las discusiones post-partido, en las protestas a tal o cual estilo de juego, la admiración por la manera en que se propone ganar un equipo que no es de nuestra preferencia. En fin, que incluso el fútbol resulta una excelente excusa para pensar y hasta los más perezosos de ejercicios neuronales se permiten tal lujo en estos temas. Sólo hay que saber de qué se trata, de que a pesar de la célebre frase ("el fútbol es la dinámica de lo impensado") son varios los que intentan descifrar todo lo que el fútbol parece, sólo de a ratos, tener de azaroso.
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Fernando G. Toledo, at junio 13, 2006 4:18 p. m.
Lloren, niños gorditos. Cada palabra que escriben confirma la regla: de pensar, por ejemplo, las ideas que yo estoy proponiendo, otras ideas, ni hablemos. Es mucho más fácil seguir en la paja fija.
Hernán. Dolina en general, me parece un boludo ilustrado. Un cóctel mál agitado y muy "gris", en todo y en parte, de Macedonio/ Girondo/ ginebra y tango. El "ángel" de Dolina es bastante bruto. Hace el numerito de oídas. Es un lector de solapas. Me consta. Su lógica y todo lo demás es "un jueguito" verbal para la "tribuna", claro. En su mismo y burdo registro descriptivo se podría decir que una persona es una yuxtaposición de carne y huesos, que una ópera es un rejunte de notas y palabras, o que un poema es un grupete de palabras puestas unas debajo de las otras en una línea horizontal.
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Patricia Rodón, at junio 20, 2006 11:53 p. m.
PATRI:
"Es mucho más fácil seguir en la paja fija".
¿Esa son las otras ideas a las que te referís? Me parece que hay más argumentos en algunos respuestas a tu post que en esa expresión iluminada.
Lástima que no te puedo sacar otra tarjeta roja. Si Niembro no sabe de Joyce, que se calle. Si Rodón no sabe de fútbol, etc.
Porque te quiero te aporreo.
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Fernando G. Toledo, at junio 27, 2006 11:55 a. m.
aun no lo se... pero es algo que en las diferentes categorias de confrontacion... nos causa placer enfrentarnos a otro medir nuestras capacidades, las habilidades, el pensamiento aun sea una discucion verbal causa placer siempre y cuando uno sienta que gano...
en fin quizas todos sigamos siendo unos niños grandotes.. tratando de tener la victoria en un simple juego de canicas...
saludos.
pasa por el blog¡¡¡
antonio
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Unknown, at julio 06, 2006 5:11 p. m.
Feliz día, turra.
Besos y vinos.
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DudaDesnuda, at julio 20, 2006 5:13 p. m.
Cuando uno lee y disfruta un libro, entendiendolo o no, es porque cierta forma en que se combinan ideas y palabras, y como esa combinación se relaciona con lo que en nuestra configuración mental aparece como agradable. Si uno puede entender el amor o la pasión por la literatura, como forma de expresión del hombre, ¿por que no comprender que similar pasión pueda ser despertada por una combinación de ideas y movimientos físicos, que, desde un punto de vista, tiene quizá la misma belleza que algún soneto? Es muy dificil, seguramente, escribir un buen libro, pero no es mucho mas facil hacer un caño, tirar una rabona, etc.
De igual modo, respeto la idea, Saludos.
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Anónimo, at agosto 17, 2006 3:27 p. m.
Ya lejos del mundial, me atrevo a decir que nunca escuché tantas opiniones juntas de filósofos, poetas, pintores, estudiosos (de qué, no sé) u hombres de letras (Balzac me enseñó a decir eso)en un período tan corto de tiempo. El mundial puso a pensar a mucha gente. Los que no piensan durante el mundial hacen lo mismo durante la Olimpíadas, el mundial de tango, un concierto de Kapanga y la representación de Otelo.
Y la entrada anterior me deprimió, ¿un periodista literato está condenado al patetismo?
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godsize, at agosto 19, 2006 12:44 a. m.
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