Mona Lisa Acelerada

martes, enero 23, 2007

¡Otra vez champagne!

Sí, amigos. Otra vez es mi cumpleaños. Hace 365 días y minutos escribía un par de pelotudeces como esta. Sólo que hoy al cumplearaños y a las pelotudeces sensibles le agrego la participación especial de Luis Alberto Spinetta (cumple 57), de mi prima Núria (cumple 50), de mi psicólogo (cumple no sé cuántos) y de Mona Lisa Acelerada (cumple 1).
Si quieren hacerme un regalo tangible (que, como decía Fernando para el onomástico pasado, son lo mejor de esta celebriación astronómica) les cuento que cualquier libro de Anagrama o de Visor me deja bien. En su defecto, una botella de buen vino me deja efímeramente mejor.
Hace un par de días que estoy festejando la efeméride porque el extraño mes de enero tiene sus propias reglas, temperaturas y lapsus. Gracias a los amigos que se anticiparon. Gracias a los de mañana. Y gracias a los que van a a caer después.
Las fechas "privadas" no son importantes para mí. Yo sólo recuerdo los cumples de mis hermanas y de mis viejos. Para los de mis sobrinos me tienen que avisar "en el día", si no, fui mal. Los amigos conocen este "desperfecto" y me bancan. El calendario es un arreglo conveniente, una suerte de contrato que una firma o no. Y yo hace rato que no le firmo nada a ninguna convención.
Dentro de unas horas voy a tener, "sumar" 46 años, pero de "cumplir", queridos amigos, ni hablemos. Nunca voy a ser una señora.